Rubén «El Púas» Olivares es una de las leyendas más grandes del boxeo mexicano. Nacido el 14 de enero de 1947 en Ciudad de México, Olivares se destacó desde joven por su increíble talento y poder en los puños. Comenzó su carrera profesional a los 17 años, noqueando a Isidro Sotelo en el primer round, lo que marcó el inicio de una exitosa trayectoria en el boxeo.
Con un estilo ortodoxo y una pegada impresionante, «El Púas» rápidamente se hizo un nombre en el mundo del boxeo. Acumuló una racha de 22 victorias consecutivas por nocaut, enfrentándose a competidores de gran calibre como Tony Gallegos y Antonio Leal. Su primera oportunidad por el título mundial llegó en 1969, cuando enfrentó al campeón australiano Lionel Rose. En una pelea memorable en el Fórum de Inglewood, California, Olivares noqueó a Rose en el quinto round, coronándose campeón mundial de peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Su reinado en la categoría de peso gallo fue impresionante, defendiendo su título con éxito en múltiples ocasiones y enfrentándose a grandes rivales como Alan Rudkin y Jesús «Chucho» Castillo. Su rivalidad con Castillo es una de las más recordadas en la historia del boxeo mexicano, con tres peleas intensas que capturaron la atención de los aficionados.
En 1972, Olivares perdió su título ante Rafael Herrera, pero su carrera estaba lejos de terminar. Decidió subir a la categoría de peso pluma, donde también encontró éxito. En 1974, se convirtió en campeón mundial de peso pluma al derrotar a Zenzuke Utagawa por nocaut. Aunque perdió el título más tarde ese año ante Alexis Argüello, Olivares continuó peleando y ganando títulos.
Olivares es recordado no solo por sus títulos y victorias, sino también por su carisma y espíritu de lucha. Su habilidad para recuperarse de las derrotas y seguir compitiendo al más alto nivel lo convirtió en un ícono del boxeo. Participó en más de 100 peleas profesionales, con un récord impresionante de 89 victorias, 13 derrotas y 3 empates, con 78 de sus victorias por nocaut.
Rubén «El Púas» Olivares es una verdadera leyenda del boxeo mexicano. Su legado sigue vivo, inspirando a nuevas generaciones de boxeadores. Su historia es un testimonio de la dedicación, la pasión y el talento que se necesita para alcanzar la grandeza en el deporte.
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